El sarro es la placa bacteriana de color amarillento que se acumula y se endurece en el esmalte de nuestros dientes, sobretodo junto a la encía, debido a varios motivos, ocasionando un mal aspecto a nuestra dentadura.
El motivo principal del sarro es una alimentación excesivamente acidificante, rica en azúcares, alimentos refinados y grasas perjudiciales. A pesar de que muchos creen que la primera causa es una mala higiene dental, en realidad ésta no sería tan necesaria si consumiéramos la cantidad suficiente de frutas y verduras crudas.
Una mala higiene dental contribuye a la aparición de la placa bacteriana
El café, el té negro y el tabaco
Una mala higiene dental contribuye a la aparición de la placa bacteriana
El café, el té negro y el tabaco
Los enjuagues de aceite
Los enjuagues de aceite de girasol son un método de curación de la cultura ayurvédica de la India. Nos permite limpiar nuestra dentadura, tratar problemas bucales y además permite sacar toxinas al exterior y limpiar nuestra boca en profundidad. Está especialmente recomendado en casos de infecciones de la boca, problemas de las encías, placa dental, gingivitis, dentadura oscurecida y dientes flojos.
Sólo necesitaremos aceite de girasol o de sésamo de primera presión en frío. No obstante, no olvides que el uso de estos productos será únicamente como enjuague bucal, puesto que de esta manera lograremos aprovechar sus beneficios antibacteriales, antifúngicos y anti-inflamatorios.
La manera más efectiva de hacer el enjuague bucal con aceite es colocando aceite prensado en frío en la boca, moviéndolo en el interior de la boca aproximadamente durante 10-15 minutos y luego escupirlo.
El carbón activado
El carbón activado es un remedio excelente para blanquear y limpiar nuestros dientes, así como para prevenir enfermedades bucales. Lo podemos conseguir en herbolarios o tiendas de productos naturales, y bastará que nos cepillemos bien los dientes con este polvo durante dos minutos. A pesar del color negro, cuando nos aclaremos bien los dientes con agua los notaremos mucho más limpios.
Es fundamental que sea de origen vegetal (madera, coco, etc.) y no procedente del petróleo. Asimismo, al igual que el bicarbonato de sodio, al ser abrasivo no debe usarse en exceso y mucho menos con frecuencia. Es importante tener cuidado en su uso, pues su abuso podría dañar nuestro esmalte dental. Todo debe aplicarse con moderación.
El agua oxigenada y el bicarbonato
El agua oxigenada es un gran blanqueador natural, y por ello podemos usarlo, una vez a la semana, añadiendo tres gotas en nuestro cepillo de dientes.
El bicarbonato de sodio es otro antiguo remedio para limpiar nuestros dientes y además nos ayuda a prevenir la acidez. Podemos usarlo para cepillar nuestros dientes con suavidad, para no rallar el esmalte, un máximo de dos veces por mes o semana de intermedio.
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