lunes, 5 de febrero de 2018
Porqué nunca debes cruzar las piernas
Cruzar las piernas en la rodilla es una actitud muy común que las personas adoptan al sentarse; muchos de nosotros lo hacemos automáticamente. Esta posición es elegante y sexy y a menudo está asociada con ser "femenino" y "propio de una dama". Nos hemos acostumbrado a cruzar las piernas sin pensar, pero no muchos de nosotros sabemos que esto puede tener algunas consecuencias serias para nuestra salud y cuerpos.
Aunque esta mujer para muchas personas probablemente se vea atractiva gracias a la forma en que está sentada aquí, esto es lo que le puede pasar a su cuerpo si pasa demasiado tiempo con una rodilla cruzada sobre la otra:
Mantener una postura particular durante horas puede conducir a una condición llamada parálisis o parálisis del nervio peroneo. Resulta que la posición que es más probable que cause la parálisis del nervio peroneo es la posición de las piernas cruzadas.
Una de las razones de esto es que cuando pones una rodilla sobre la otra, envías sangre de las piernas hasta el pecho, dando por resultado una mayor cantidad de sangre que es bombeada fuera del corazón, que a su vez aumenta su presión arterial.
Otra posible explicación es que la presión arterial aumenta porque el ejercicio isométrico de los músculos de las piernas aumenta la resistencia al flujo sanguíneo. Es por eso que cruzar las piernas en los tobillos no tiene el mismo efecto que cuando se cruza una pierna sobre la otra.
Esta posición también puede conducir a un desequilibrio pélvico. Cruzar las piernas por un tiempo prolongado hace que el músculo interno del muslo sea más corto y el músculo externo del muslo más largo, y pone sus articulaciones en riesgo de moverse fuera de lugar.
El hábito de sentarse con las piernas cruzadas aumenta tus posibilidades de desarrollar 'venas varicosas'. Aunque el mayor factor que contribuye a las venas varicosas son tus genes.
Hay pequeñas válvulas en los vasos sanguíneos, que impiden que la sangre fluya en la dirección equivocada. Cuando se cruzan las piernas, la presión sobre las venas aumenta e impide el flujo sanguíneo, causando que los vasos se estrechen y se debiliten y permitan el flujo posterior de sangre. Esto puede causar la acumulación de sangre en las piernas y hacer que tus venas se hinchen.
Por último, un estudio descubrió que sentarse con las piernas cruzadas por más de tres horas al día puede hacer que una persona desarrolle una postura encorvada, dolores de espalda y cuello, e incomodidad en sus caderas.
Podrías considerar dejar este hábito por completo, para evitar los riesgos de salud a corto y largo plazo, sólo debes asegúrarte de descruzar las piernas la próxima vez que te encuentres haciéndolo.
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