El estrés también puede dar la cara a través de los ojos. El temblor en uno de los párpados o la inflamación de los globos oculares son algunos de los síntomas. “El estrés en los ojos puede manifestarse de diferentes formas”, tal y como explica David Antolín, director médico de Central Ocular y jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa. Son las siguientes:
-Cansancio ocular, que se nota porque los ojos van picando, van escociendo y al final del día se puede llegar a tener hasta la visión borrosa porque la superficie de los ojos se seca.
-Dolores de cabeza, que son opresivos, sobre todo en las sienes, en la frente y en la nuca. Es lo que se conoce como cefalea tensional.
-Dolor en los ojos y en algunas zonas de la cara debido a una excesiva tensión en la articulación temporomandibular. Son preocupantes y pueden requerir la visita al cirujano maxilofacial y la colocación de una prótesis de descarga.
-Contracciones involuntarias (fasciculaciones o mioquimias) en el párpado que se deben a la activación del músculo de Müller. Este músculo contribuye a elevar el párpado superior y se activa por el sistema adrenérgico, que se exacerba en momentos de estrés, con lo que se puede notar el temblor en los párpados. “Todos lo hemos tenido en algún momento y también se asocia a la falta de sueño o al exceso de cafeína”, dice Antolín.
-Coroidopatía o coroidosis serosa central, que es una inflamación de la mácula (la parte más sensible de la retina, con la que se ven los detalles). Es transitoria, pero puede producir una visión borrosa, fundamentalmente en uno de los ojos. A veces es necesario tratarla, aunque lo más habitual es que ceda de manera espontánea.
¿Por qué se produce el temblor en un párpado?
“El temblor en uno de los párpados se produce por la activación adrenérgica del músculo de Müller y cede sola. Se puede probar a dormir más o tomar menos cafeína. Además, habitualmente cuando el motivo del estrés desaparece, ceden los temblores”, indica el director médico de Central Ocular.
También puede deberse a que el paciente sufre blefaroespasmos, que consisten en temblores incontrolados del párpado y que, a veces, pueden llegar a requerir tratamientos con toxina botulínica.
“Si cualquiera de los síntomas dura más de una semana, se debe acudir a un médico especialista en Oftalmología”, aconseja Antolín.
"Para evitar que el estrés nos afecte a los ojos es recomendable":
-Tener luz natural, en la medida de lo posible, frente a luz artificial, porque la siempre es mejor para los ojos.
-Huir de los deslumbramientos.
Están de moda los filtros para reducir el efecto de las pantallas sobre los ojos, pero no hay ningún tipo de filtro que haya demostrado ninguna utilidad. No es recomendable la utilización de este tipo de filtros, ya que podemos conseguir que los ojos no se vean afectados por el uso de las pantallas -ante las que pasamos muchas horas- colocándolas a una distancia adecuada, con la parte de arriba en línea con la mirada (para que no se vean dañadas las cervicales) y con un brillo moderado y que no deslumbre (ya viene incorporado de serie en todos los dispositivos con pantallas).
-Humidificar el ambiente también es una medida importante. Los humidificadores modernos son cómodos y seguros, y, si los mantenemos limpios, pueden proteger mucho los ojos de la sequedad.
-Evitar las corrientes directas de frío o calor (ventiladores o bombas de calor), ya que secan mucho los ojos.
-Utilizar lágrimas artificiales sin conservantes puede ser una medida muy útil para prevenir el cansancio de los ojos al final del día.
-Descansar la vista mirando a los lejos durante unos minutos o saliendo al exterior a dar un paseo varias veces al día. No hay un intervalo fijo establecido, a pesar de que a veces se habla de descansar la vista cada 20 minutos de trabajo visual. Lo que siempre se debe tener en cuenta es que estar varias horas seguidas delante de una pantalla produce un esfuerzo de acomodación muscular intraocular que al final del día puede pasar factura, por lo que se deben hacer distintos descansos oculares a lo largo de la jornada laboral.
-Cuando se padece estrés se pueden producir episodios de pérdida brusca de visión, ante los cuales hay que acudir al médico de forma inmediata para descartar cualquier otra patología.
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