Entre el dolor de una ruptura y el ego herido que te trató otra persona, la recuperación puede parecer imposible.
Tantas emociones mezcladas y cambiadas en tu cabeza, en tu corazón y hasta en tu autoestima pueden llevarte a una terrible decepción y dejar de creer en el amor.
Primero definamos, en esta historia de tres personas, no te sientes cómodo deteniéndote en el sentido de lo bueno y lo malo, las víctimas y los perpetradores, los villanos y los héroes. La realidad es que tienes que vivir con el fracaso, pero no te lo quites disminuyendo tu capacidad para superarlo. Si hay algo que evitará que te hundas en el abismo de la miseria es el amor propio, y en eso debes confiar siempre.
Es natural que te sientas muy enojado al principio, pero te prometo que el amor propio te llevará de la mano sobre cualquier abismo y evitará que caigas. Nunca te unas a su familia o amigos para recuperarlo y hacer que odien a la nueva pareja.
Es una forma de obligarlo a que te ame y, al hacerlo, le estás pidiendo amor.
Darte cuenta de que tu ira equivocada puede convertirte en alguien que nunca imaginaste. Deja ir su relación para que puedas ser feliz. Evite publicar en sus redes sociales que muestre su malicia. Hay maneras mucho más saludables de dejarse llevar, y puedes hablar con alguien en quien confíes o buscar la ayuda de un consejero. Mantenga un diario para expresar sus sentimientos. No se agote tratando de mostrarles por qué? No vayas a sus redes sociales para ver lo que están haciendo juntos. La curiosidad puede ser una trampa mortal para superar una ruptura.
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