lunes, 15 de noviembre de 2021

5 señales de que tienes niveles muy altos de azúcar en la sangre

Además de tener diabetes tipo 1 o tipo 2, hay otras causas del aumento de azúcar, como una infección, llevar una vida sedentaria, estar bajo mucho estrés y comer demasiados carbohidratos. Las personas con fibrosis quística y las que toman medicamentos bloqueadores beta también pueden tener un mayor riesgo de desarrollar niveles altos de azúcar en la sangre.



Para que te diagnostiquen la hiperglucemia, se necesita un análisis de sangre que determine si tus niveles de glucosa son demasiado altos. Consulta a tu médico para realizarte una prueba si notas alguno de estos síntomas.

Siempre estás cansado, no importa lo que hagas.

Esto se debe a que las células de tu cuerpo no saben cómo usar la glucosa, de manera adecuada para generar energía para tu actividad diaria y la función apropiada de los órganos, según Medical News Today.

Se te nubla la visión.

Otro signo de hiperglucemia es la visión borrosa, ya que el alto nivel de glucosa puede hacer que la lente de tu ojo se hinche dificultando el enfoque. Si no se trata, puede llevar a la pérdida de visión, según la Clínica Mayo.

Para tratar este síntoma, consulta con un médico para saber cuál es tu nivel de azúcar normalmente. El rango habitual suele estar entre 70 miligramos de azúcar por decilitro de sangre (mg / dL) a 130 mg / dL antes de las comidas, y menos de 180 mg / dL una o dos horas después del inicio de una comida, según WebMD.

Sin embargo, este rango puede variar dependiendo de cada persona, por lo que consultar a un médico es la mejor manera de determinar lo correcto para tu cuerpo.

No puedes parar de orinar.

Según la Clínica Mayo, a medida que se va acumulando el azúcar en el torrente sanguíneo, los riñones se saturan, filtrando el exceso que tu cuerpo no está utilizando para obtener energía.

La glucosa sobrante se expulsa a través de la orina, por lo que cuanta más tengamos, más tendremos que orinar.

Siempre tienes sed.

Tener que orinar constantemente también puede aumentar la sed. Cuando orinamos con frecuencia, el líquido que proviene de los tejidos también se expulsa junto a la glucosa, lo que hace que el cuerpo se deshidrate rápidamente y tengamos más sed de lo normal.

Las heridas tardan mucho tiempo en curarse.

Un alto nivel de azúcar en sangre también puede hacer que el flujo sanguíneo disminuya, lo que a su vez afecta a la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo.

Como resultado, cualquier herida, especialmente en los pies, puede tardar más en curarse. También puede hacernos propensos a cistitis o infecciones por hongos debido a la lentitud del flujo sanguíneo.


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